Ein hochaktuelles Thema. Wohin mit den alten Windrädern?
Etwa 28.000 Windparks gibt es mittlerweile in Deutschland und sie werden älter, müssen saniert oder spätestens nach 25 bis 30 Jahren verschrottet werden. Hochproblematisch dabei sind die extrem widerstandsfähigen glasfaserverstärkten Kunststoffrotoren, die einst konstruiert wurden, um selbst starken Stürmen trotzen zu können. Man bekommt sie kaum wieder klein. Auch der nicht sichtbare Teil der Windräder, die Stahlbetonfundamente mit einer Tiefe von bis zu 30 Metern, stellen eine groβe Herausforderung dar.
Als Abfall dürfen die Rotoren laut Gesetz nicht exportiert werden, es sei denn sie werden als ‘Ersatzteile’ deklariert und sie landen dann oft auf wilden Deponien in afrikanischen Entwicklungsländern. Sic!
Information aus: “Neunzig Meter Schrott” v. Georg Etscheit in: DIE ZEIT v. 14. Februar 2019
LOS MOLINOS DE VIENTO VAN ENTRANDO EN AÑOS
Un tema de gran actualidad. ¿Qué hacemos con los viejos molinos de viento?
En Alemania existen unos 28.000 parques eólicos, instalaciones que van entrando en años. Tras 25 0 30 años en funcionamiento hay que sanearlas o desguazarlas. El mayor problema a la hora de eliminarlas son sus enormes aspas de material sintético fortalecido con fibra de vidrio. Esto les dotaba de una resistencia extraordinaria ya que en su día se construyeron para poder hacer frente a vientos de una fuerza extrema. Por eso es casi imposible desmenuzarlas. Asimismo la parte no visible de los molinos, los cimientos de hormigón armado con una profundidad de hasta 30 metros representan un reto mayúsculo.
Según la ley, las aspas no pueden ser exportadas como residuos, a no ser que se declaren ‘piezas de repuesto’ y entonces muy a menudo tienen como destino algún vertedero incontrolado situado en cualquier país africano en vías de desarrollo. Sic!
Información: “Neunzig Meter Schrott” v. Georg Etscheit in: DIE ZEIT v. 14. Februar 2019